Al primero le titulé "Los abuelitos mágicos" y cuenta la hazaña que les ocurre un día de playa a una familia que estaba comiendo, cuando su abuelo se convirtió en gato. Tras estar todo el día buscándolo, la abuela y su nieto comparten una noche de magia, convirtiendo de nuevo al abuelo en persona y revelándole al nieto el secreto de la familia: ¡los abuelos sabían hacer magia!
El otro es un cuento disparatado:
Érase una vez un valiente delfín con sonrisa continua y que se pasaba todo el día bailando.
Un día se encontró con un gracioso barco, un día arrugado, y empezó a saltar y a llamarlo. En él había un divertido perro que por arte de magia le habló y tan divertido como era le invitó a soñar con un bonito columpio, a soñar con un estupendo coche, a estar con un grande albornoz que lloraba (...).
y de repente ¡plof! se tropezó con el gracioso clarinete que llamó a la arrugada mar que estaba hablando con una divertida zapatilla que estaba soñando con un divertido pastel. Y colorín colorado este cuento disparatado se ha terminado.
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